domingo, 30 de noviembre de 2008

Cumplí mi promesa

Y compré un Ke-Tazón en el KFC de Genova (la calle), para un poco de memorabília, el día que se estrelló la avioneta cerca de Reforma (:S). ¿Qué les puedo decir? La verdad no me decepcionó, es la asquerosidad comercial que me habia imaginado; obvio no se parece a la foto del anuncio y sabe como una pasta de plástico con catsup (así es, señores de Heinz, la castellanización de ketchup es catsup, malditos globalifílicos) de consistencia crujiente y ademas picosa pero con ese picante artificial tipo imitaciones de salsa valentina que hacen que tus entrañas ardan como el infierno. No lo compren, evitenlo lo más que puedan, no sé cómo (bueno si sé) es que estas cosas se diseñan y aprueban para el consumo humano. Lo más infame del caso es que en la fila de espera del KFC en cuestión al menos otras tres personas lo ordenaron, o sea que la cosa se vende bien.

No escribí nada en esté espacio durante un mes, se podría decir que tuve bloqueo bloguero, como le dice este wey. Pero esta tarde de domingo, la música de Creedence que mi papá puso y el catarro me dieron animos de públicar. Espero que sea más a menudo, por lo mientras les dejo evidencia de Ke-Tazón abajo. Nos veremos en el futuro.